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A poco más de dos semanas de la entrega, las nuevas viviendas en Villa Mercedes están sin agua

Muchas manzanas del barrio se encuentran sin el servicio desde el viernes y los vecinos hacen malabares. Hicieron los reclamos pero nadie les da una solución.

foto: ansl
Las viviendas fueron entregadas el 1° de agosto y hoy no tienen agua.
Actualizada: 16/08/2020 22:14
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Sábado 1° de agosto. Esa fue la fecha de un acto sorpresa que organizó el Gobierno para hacer la entrega de las casas ubicadas en el predio detrás de la ex fábrica Lanín. Ese día estuvo el gobernador Alberto Rodríguez Saá.

Pero a poco más de dos semanas de ello, los vecinos del nuevo barrio de Villa Mercedes no tienen agua y deben acudir a métodos poco prácticos para hacerse del servicio aunque sea lo justo y necesario.

Franco, uno de los vecinos, contó a El Chorrillero que el problema comenzó  el viernes por la noche cuando empezó a salir “un hilito”. La mayoría sufre esta situación.

“No está subiendo nada al tanque y el problema es generalizado. Me pasa a mí que vivo al comienzo del barrio y le pasa a un amigo que está en el fondo”, sostuvo.

El barrio está ubicado en el sector sur de la ciudad, cuenta con 20 cuadras distribuidas en unas 36 hectáreas. Allí habitan unas 365 familias.

Los reclamos a Obras Sanitarias de la Municipalidad no se hicieron esperar desde un primer momento pero desde el organismo la respuesta siempre fue la misma: “Estamos trabajando en ello”.

“Argumentan que están en obras en un vecindario cercano, el ATE II. El tema es que comenzaron el jueves y decían que era solo una hora. Los trabajos siguieron el viernes y hoy estamos sin agua”, señaló.

Según informaron desde la comuna, se está instalando “una nueva bomba sumergible en la perforación que provee agua a la zona”.

“Yo tengo la suerte de tener agua en bidones pero hay otras familias que no tienen y deben comprar el agua para tomar en todo el momento”, indicó Franco.

Otra vecina dijo que en su caso el corte se extiende desde el sábado por la noche.

“Anduve por todas partes consultando a nuestros vecinos si a ellos también les faltaba o era un problema mío, pero es de todos”, manifestó.

La mujer, que prefirió mantener en reserva su identidad, relató cómo hacen por estas horas para tener el suministro y realizar las tareas cotidianas.

“Somos muchos en casa y para ir al baño sacamos agua de la canilla de la calle que sale muy poquita. Para llenar un balde tardas dos horas y el proceso lo tenés que repetir muchas veces. Lo que pedimos es una solución”, comentó.

Por otra parte dijo que, cuando hizo el reclamo, en una primera instancia “no la atendieron” pero luego de insistir pudo manifestar su enojo: “Me dijeron que ‘iban a ver el problema y que no sabían si lo iban a poder solucionar’”.

“Nuestro deseo es tener agua hoy mismo, rápidamente. Estamos mal, no se aguanta más. Subimos a ver los tanques y están secos”, agregó.

Lo cierto es que el vecindario recientemente entregado con bombos y platillos ya debutó con su primer inconveniente.

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